El odio en relación con el objeto es más antiguo que el amor
Sigmund Freud
Más allá del principio del placer
Grave enunciado, pensaría la mayoría de las y los lectores, pero no, digo yo. No, porque si primero fue el odio, el amor es una construcción que no cualquiera lleva a cabo. Se requiere de trabajo: trabajo en el mundo interno, trabajo de pensamiento, trabajo de elaboración, trabajo, punto.
Escribo este trabajo como un intento de sublimación; como un acto de pensamiento y de la palabra buscadora de sentido y transmisión, en lugar de aventar la piedra odiosa que denigra, humilla, ataca y verbalmente, mata. Y claro, podría hacerlo, porque sublimar no quiere decir que uno no tenga agresión y destructividad, y ante tantas ofensas de nuestros comentócratas, siempre ignorantes, absurdos y hostiles hasta el hartazgo, el deseo, el impulso de casi cualquiera, es precisamente ofender, vengarse, pero no, no lo haremos; no hay que rebajarse a lo vulgar.
Las elecciones en nuestro país este año, 2024, dejan ver la Grandeza de México, así, escrito en mayúsculas con todo propósito. México y su pueblo es grande. Sí, faltan muchas cosas, comenzando por educación; requerimos de seguridad, pero los problemas que se gestaron y se acrecentaron en forma exponencial durante treinta y seis años por individuos brutales, crueles, infiltrados de odio, a tal nivel, que su sangre quedó contaminada, envenenada. Jamás pensaron en México, jamás lo han amado, pero engañaron a la mayoría por muchos años; algunos nos quedábamos circunspectos al verlos ganar (o robar) las elecciones sexenales una y otra vez.
Pero “no hay mal que dure cien años” … aunque ¡casi! Ya que como decía la enorme Leonora Carrington: “México, un lugar totalmente extraño, otro planeta”. En fin, hoy nuestro mapa electoral es uno en el que no hubiéramos podido creer hace muy pocos años. Nuestro pueblo ha despertado, lo hizo hace ya seis años. Y elegimos a un Gigante, a un Estadista, ha habido pocos. ¡Claro!, un hombre de carne y hueso que desde su humanidad cometió errores, pero, cuánto nos dio, cuánto nos dejó. Inimaginable el legado de este hombre para cualquiera que nació, nacimos, en los tiempos del asesino Díaz Ordaz o Echeverría Álvarez.
Y a pesar del clasismo, del racismo, del machismo y misoginia, hoy, 200 años después de nuestra historia como país independiente, tenemos una presidenta. ¡Una mujer! ¿Quién lo hubiera creído? Nadie, nunca. Una mujer que promete respetar el legado de nuestro presidente. Una mujer que seguirá pensando en el pueblo de México, en los que menos tienen. Es que no se trata -como creen o quieren creer los privilegiados – que a los pobres se les mantiene por huevones, dicen los potentados, no, señores, señoras, Denisse Dresser, Héctor Aguilar Camín, Carlos Alazraki, Guadalupe Loaeza, Jorge Castañeda, Laura Zapata, Enrique Krauze, Carlos Loret de Mola y ese payaso, Brozo, que, en realidad, su lugar debería ser un circo… y tantos otros.
En primer lugar, los programas sociales están en la Constitución mexicana y nunca se habían cumplido, además, este ingreso es para muchos adultos mayores, por ejemplo, única fuente de ingresos; esto debido a los salarios de hambre que la mayoría de los empresarios da a sus empleados; si a esto agregamos que individuos como Ricardo Salinas Pliego, empresario multimillonario, no cumple ni siquiera con las prestaciones de Ley para sus empleados, ¿Cómo no van a requerir millones del apoyo de programas sociales? ¿Cuál será su tren de pensamiento? Me pregunto.
¡Ay señores, señoras! ¿Estudiaron? O quizá son ignorantes, quizá omisos, por voluntad. Pero bueno, finalmente ¿Qué se les puede pedir? Independientemente de cuánto hayan estudiado, son perversos. Los psicoanalistas sabemos que la inteligencia no tiene nada que ver con la psicopatología; tenemos como ejemplo a Carlos Salinas de Gortari.
¡Pero lo peor!, una parte importante de la población comparte dicha perversión. No votaron pocos por la ocurrente, ignorante y vulgar Xóchitl Gálvez: al menos 15 millones de mexicanos, provenientes, claro, de las mejores clases sociales de nuestro país. Preferirían otro FOBAPROA zedillista, que rememora aquel 1994, en el que el señor presidente decidió que salváramos a los millonarios que dejaron de pagar sus deudas al banco, antes que usar los impuestos (que varios siguen sin pagar, por ejemplo, Salinas Pliego), en programas sociales para los más necesitados.
¿Para qué quieren más? Es que son, como ya dije, perversos, voraces, violentos, brutales. Es que en ellos y ellas se quedó el odio puro, no se mezcló con Eros, con ese Eros eterno, platónico, necesario para la vida. No saben del amor como construcción, del amor al prójimo, al próximo.
No son hijos Edipo, respetuosos de la Ley. Son hijos anti-Edipo, caóticos, trasgresores; no experimentan culpa, no saben de lo humano, tampoco de lo animal, siempre fiel y leal, ya quisieran acercarse a la vida animal; les sería imposible. ¿Qué son, entonces? No son nada o quizá, son hijos-Narciso, el otro, para ellas y ellos no existe; quieren creer sus fantasías que rayan en delirios tipo los de Denisse Dresser (la nueva Josefa Ortiz de Domínguez), que, desde su vértice, nos había liberado de las cadenas que ahora nos volvemos a poner.
No son nada, irán al basurero de la historia por crueles, por violentos y por irrespetuosos ante la carencia y las penurias de muchos y muchas.
Nosotras y nosotros estamos de fiesta. Tenemos una presidenta elegida democráticamente por al menos 35 millones de mexicanos. Nada de elección de Estado, nada de Dictadura, payaso Brozo, que les quede claro.
Denise Maerker fue clara y contundente con respecto a los motivos por los que ganó la izquierda: por fin tuvimos a un presidente que no robó, que fue honesto, ético y que, además, volteó al pueblo, al que cualquier gobernante se debe, si realmente es congruente.
Tramiten su odio, aconsejo a gran parte de la clase alta, así como a todos los intelectuales orgánicos y convenencieros que formaron parte del “Grupo Berlín” y que siguen unidos para ver cómo pueden causar más daño a nuestro país. Tramiten su odio, dirigentes perversos de los partidos políticos que han dominado en México por tantos años; tramiten su odio periodistas y comunicadores chafas como Javier Alatorre, vocero de su jefe, esclavo, aunque se piensa amo. Pero, ¡Qué ingenua!, para tramitar su odio tendrían que pensar y así como se ven las cosas, esto les resultaría imposible; son visceralidad, protopensamiento, primitivismo, odio, pues.
Nosotras, muchos, contentos, viene el Plan C, ¡Por fin! Justicia. Vienen muchas cosas. Bienvenida y acompañada, presidenta, Claudia Sheinbaum.
Le despedimos, Sr. presidente, Andrés Manuel López Obrador. No pude evitar el llanto cuando le vi tomar el poder en 2018. Dudo contenerlo el 1 de octubre de 2024. Es usted, enorme. Gracias.
Concluyo con un pensamiento del gran Sigmund Freud:
“Toda fiesta celebra a la vez un duelo y un pacto. El primero es por algo perdido: los que no están, lo que no se logró. Y el pacto es un nuevo arreglo con la divinidad, sea dios, la vida, la contingencia, el estado de cosas, lo irremediable, lo imposible, etc. En ambos casos, nos sigue convocando a desafiar el futuro”
“Un cuento de navidad” (1896)
Ya no le veremos presidente, por eso mismo, le extrañaremos. Además de hacer duelo por su ausencia, haremos duelo por lo que no se logró. Pero no hay que preocuparse, se hizo mucho, hizo usted mucho. Lo agradecemos quienes tenemos esa posibilidad que requiere de desarrollo mental y espiritual. Agradecer no es fácil porque requiere de reconocer que hoy tenemos algo que no teníamos por la honestidad y generosidad de otro/otra, en este caso, de usted.
Fiesta por usted, Dra. Sheinbaum, que todo le vaya muy bien, por todas y todos, por la Grandeza de México.